Recuerdo cuando llegue a estudiar al colegio mayor de Madrid y un compañero me situó Badajoz en la Manga del Mar Menor. Extrañado de que yo le dijese que hace muchisimo calor en verano y mucho frio en invierno, se dio cuenta de que habia situado mi provincia en Murcia...yo no sabia donde meterme, y espero que él tampoco...
Hay demasiados estereotipos sobre todo lo que nos rodea; falsos topicos en los que no quiero entrar porque tambien es cierto que esta perspectiva ha cambiado en los ultimos años y que cuando me preguntan de donde soy, por mi marcado acento, y respondo feliz..."extremeña"...la mayoría de personas me han contado alguna anecdota de amigos, familia o algo relacionado con Extremadura que me ha hecho sonreir. Eso me encanta, porque parece que ya se va conociendo algo más de nosotros, y sobre todo, algo bueno.
Pero hoy me gustaría descatar mi entrada a la belleza de mi tierra, y sobre todo, a la belleza de su gente.
Extremadura cuenta con uno de los paisajes más variopintos de España: desde la clásica dehesa extremeña del norte de Cáceres, pasando por las preciosas sierras del Sur de Badajoz, Las Vegas del Guadiana, el Valle del Jerte, los Ibores, Montanchez ....todos estos rincones esconden pueblos maravillosos, y lo mejor, una gente que es única.
Contamos con una riqueza natural amplia: el parque natural de Monfragüe, Cornalvo, La Vera, Gredos, zona de Herrera del Duque....parajes que son un regalo para la vista. Y también paisajes diferentes como nuestros pantanos y embalses: PuertoPeña, La Serena, Cíjara, Alcántara García de Sola, Valdecaballeros....recomiendo una puesta de sol en este último lugar....simplemente espectacular.
Ciudades como Mérida, Cáceres, Plasencia, Trujillo, Jerez, Olivenza, Alcántara...y una lista interminable de pueblos con una gran historia detrás y una riqueza monumental impresionante. Cuacos de Yuste, único, es uno de los ejemplos más latentes de la importancia de nuestro patrimonio, por no hablar de Mérida y de otras tantas ciudadaes extremeñas con gran solera histórica.
Cuna de conquistadores, Extremadura conserva con cariño este patrimonio.
Quiero descatar asimismo una faceta de mi tierra que mucha gente desconozca: nuestro papel fundamental en la producción de fruta, arroces y tabaco. Quizás los extremeños somos conocidos por nuestros quesos y embutidos, de excelente calidad, pero nuestra producción es más amplia. Nuestro cerdo ibérico, del que se aprovecha todo, nos ha lllevado "a la fama", pero en tierras extremeñas se cultivan frutas y verduras de primera, arroces, tomates, higos!!!!....que se exportan a otros países europeos y a latinoamerica
Y lo más importante, el extremeño como persona. El extremeño es único. El extremeño no es andaluz, tampoco castellano...es simplemente extremeño, y cuenta con una serie de características que así lo demuestran. Amable, sencillo, despreocupados de cosas superficiales, amigo de sus amigos, los extremeños somos personas humildes, a las que nos encanta decir de dónde somos (aunque a veces nos cueste casi pintar un mapa para dar las explocaciones pertinentes).
Nos gustan las cañas largas, los no-horarios, nos gustan las cosas sencillas, disfrutar de nuestro campo, disfrutar de nuestra rica gastronomía, y nos encanta mostrarle esto a cualquier persona que viene a nuestra tierra. Y quien viene repite!!! Quizás porque logramos hacer que la gente se sienta como en casa, porque nos gusta la sensación de que nuestra tierra guste, ofrecemos siempre lo mejor de nosotros mismos y de nuestra tierra: naturaleza, buen comer y beber, paisajes, salud....es un buen plan.
Yo ya hace diez años que dejé mi tierra, pero algo que no ha cambiado en todo este tiempo es la paz que logro conseguir al pisar tierra extremeña y mi orgullo de ser como soy, y lo que soy y siempre seré: extremeña 4 ever ;-)))
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